Cuando el verde cubra todas las ciudades
y no paren las flores de florecer,
cuando el azul del mar cubra todos los puertos
y acalle las ganas de quemar combustible
en medio de este incendio,
esta será mi profecía:
moriremos de amor cuando todo se caiga,
para renacer con una nueva alma
sin haberlo intentado antes de haber sufrido tanto
de perder demasiado por no ver cuando parar.
Cuando el humo cubra los cielos
y no haya pájaro que quiera cantar,
cuando la lluvia no sea lluvia
y el río se lleve nuestro antiguo hogar,
esta será mi profecía:
moriremos de amor cuando todo se caiga,
para renacer con una nueva alma,
solo al mirarte lo veo tan claro:
más tarde que temprano, descubrirás, hermano,
que es mejor morirse de amor.
Foto: Marta Riera
Foto: Marta Riera
Foto: Marta Riera